Cartagena de Indias, Colombia
Cartagena de Indias, Colombia
Después de visitar Bogotá, volé hacia Cartagena de Indias. Tal como me lo habían recomendado, ya tenía hecha la reserva en un hostel dentro de la ciudad amurallada, así se puede apreciar la vida estilo colonial, tranquila y silenciosa a causa de la ausencia de tránsito de autos. Para trasladarme, contraté un taxi oficial en el aeropuerto.
Sus casas de colores, las calles empedradas, los faroles coloniales y las carrozas que transportan a los turistas por las pintorescas calles hicieron que me encantara esta ciudad desde un principio. Además, se puede disfrutar de una caminata por las murallas con una preciosa vista al mar.
En casi todas las esquinas hay vendedores que te ofrecen platos típicos, como las exquisitas arepas y sabrosas frutas tropicales que no se puede dejar de degustar.
Mi estadía en la ciudad coincidió con la época de la Navidad, donde está todo artísticamente iluminado; los árboles, los puentes, los edificios, le suman un atractivo más al lugar.
Para conocer los centros de interés de la ciudad y sus alrededores, contraté tres excursiones y en el hostel me recomendaron contratar un tour desde el muelle la Bodeguita, que se encuentra muy cerca de la Torre del Reloj. Esto también incluía la entrada a un acuario en una de las islas con avistaje de delfines, show de lobos marinos y la posibilidad de nadar en las turquesas aguas del Caribe.
Otro aspecto significativo para considerar en esta ciudad es un recuerdo poco grato. Entre los siglos XV y XIX llegaban embarcaciones con cargamentos de esclavos. Las tristes historias contadas por los guías turísticos permiten valorar el regalo de la libertad que nos da Cristo. Por eso, es preciso recordar el Salmo 119:45: “Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos”.
Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del segundo trimestre de 2020.
Escrito por Analía Giannini, docente de Ciencias Naturales, nutricionista, escritora y viajera incansable.