¡Vive tu Biblia!
Cómo un libro tan antiguo puede ser relevante para tu vida y ayudarte a solucionar tus problemas actuales.
“El lunes comienzo” es una frase repetida por muchos y en diferentes momentos; especialmente para empezar con hábitos beneficiosos tales como hacer ejercicio, dormir más temprano, hacer dieta… Desde niño la he usado muchas veces; incluso la usamos con mi hermano mellizo para empezar a leer la Biblia. Recuerdo que teníamos ocho años aproximadamente. Desde entonces, teníamos el deseo de ser pastores y sabíamos que era necesario empezar a disfrutar de la lectura de la Biblia.
Ese lunes de comienzo llegó, y empezamos a leer con mucho entusiasmo Génesis 1, luego Génesis 2, y a las tres semanas ya estábamos terminando el primer libro de la Biblia. Pero, como te pudo haber pasado a ti también, siempre nos quedábamos en Éxodo cerca del capítulo 23. Todavía me pregunto si era porque empezaban las distracciones de la infanto-adolescencia o porque realmente no teníamos la motivación correcta. Lo más probable era que no entendiéramos que la Biblia no es un libro más de lectura como una historia o una novela, sino que era necesario dedicar tiempo a entenderla, meditarla y aplicar sus enseñanzas.
Cuando leemos la Biblia por mero formalismo o como un requisito, es muy probable que no produzca en nosotros los conocidos cambios que su lectura, hecha con oración y meditación, han producido en la historia, y es entonces cuando el “furor del comienzo” se va.
Hoy quiero invitarte a comenzar con una “lectura para siempre” de la Biblia, y desafiarte a que su estudio no sea un “requisito” sino una necesidad real de conocer a un Dios que está interesado en tu pasado, tu presente y tu futuro. Y que ha dejado en su Palabra todo lo que necesitamos para vivir de este lado de la Eternidad de la mejor manera.
Razones para empezar
Aunque ya lo sepas (y quizás hace mucho tiempo), hay muy buenas razones para estudiar la Biblia. Es necesario que recordemos algunas de las más importantes antes de iniciar nuestro plan.
1-La Palabra de Dios da dirección a nuestra vida
Todos tenemos algo por seguro: que no tenemos seguridad sobre qué será de nuestro futuro. Generalmente, el futuro es un tema que nos preocupa a todos y nos hace dudar. El miedo también es algo natural en la vida. En la película llamada After Earth, protagonizada por Will Smith y su hijo, hay una frase acerca del miedo que me gusta mucho y dice lo siguiente: “El miedo no es real. El único lugar donde el miedo existe es en nuestras ideas sobre el futuro. Es un producto de nuestra imaginación que nos hace temer a cosas que no hay en el presente, y que tal vez jamás existan”.
2-La Biblia nos ayuda a tener control en medio del descontrol
La lectura de la Biblia contribuye a arreglar las cosas de nuestra vida cuando sentimos que todo está fuera de control. Como dice Salmo 19:8: “Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir”. En lo personal, he encontrado ayuda y solución a mis problemas en la Biblia. Sinceramente creo que la Biblia es el manual de vida para el ser humano, y es a través de ella como Dios quiere encontrarse con nosotros cada día con el propósito de darnos libertad y sanidad.
3-La Biblia nos ayuda a saber lo que en realidad hay en nuestro corazón
La Palabra de Dios deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos; no hay nada que podamos ocultar a la luz de la Palabra de Dios (Heb. 4:12). Según la Biblia, no hay nada más engañoso que el corazón (Jer. 17:9); pero afortunadamente, al estudiarla, podremos conocer qué hay realmente dentro de nosotros. Hay un espacio en nuestros corazones que solamente Dios puede llenar. Y, mientras no lo llenemos con él, pasaremos buscando cómo completarlo con cualquier otra cosa o persona. Sin embargo, Dios mismo es el único que nos podrá satisfacer esa necesidad.
4-La Biblia nos ayuda a encontrar esperanza
Vivimos en un mundo conectado. La gran mayoría de nosotros tiene fácil y rápido acceso a cualquier tipo de información. Lamentablemente, no toda esa información es esperanzadora; de hecho, hoy más que nunca se observan trastornos de ansiedad y depresión en personas cada vez más jóvenes. Las promesas que Dios hace a nuestra vida a través de su Palabra son muchísimas. Al aferrarnos de esas promesas en un mundo caótico y aparentemente sin esperanza, podremos vivir esta vida con sentido, e incluso con entusiasmo. La mayor esperanza de todo creyente en Jesucristo es creer que Jesús murió por nosotros; que gracias a él encontramos perdón, y gracias a ese perdón tenemos entrada al cielo, incluso después de la muerte.
Podríamos mencionar muchos beneficios más; pero en medio de un mundo sin dirección, que nos lleva a perder el control, que nos invita a buscar en nosotros el poder y nos motiva a vivir el aquí y el ahora porque aparentemente no hay un futuro esperanzador, estas razones nos deberían llevar a decidirnos por un plan de lectura y estudio de la Biblia.
Elige una nueva experiencia con la Biblia
Una de las causas por las cuales fallamos al leer nuestras Biblias es que no sabemos por dónde empezar. ¿Comienzo por el principio? ¿Qué pasará cuando llegue a Levítico? ¿Tendré que empezar desde Génesis y seguir el orden hasta Apocalipsis?
Seguir un plan de lectura nos mantiene encauzados y leyendo con un propósito. Pero, como cualquier otro hábito, estudiar la Biblia puede volverse rutinario al punto de que nuestra lectura no se vuelva provechosa. Por eso, es bueno ir alternando los planes de lectura.
Por supuesto, para cada plan necesitamos disciplina. Esta es parte esencial de nuestra vida cristiana, pero debemos recordar que siempre debe ser motivada por nuestro amor a Dios, y no por obligación o sentimientos como la culpa y la vergüenza.
Por eso, hoy es el momento de entender que necesitamos empezar cada día de nuestra vida con un contacto real con la Palabra de Dios, y que para esto necesitamos un plan que se ajuste a nuestra necesidad y realidad actuales.
¿Ya tienes un plan de lectura de la Biblia? Me gustaría presentarte algunos, pero antes debes tener en cuenta los siguientes consejos:
1-Debes apartar un tiempo específico, idealmente iniciando el día. Considera ese momento como una cita con Dios y sé fiel a esa cita (¡Él siempre estará allí!) No importa cómo te sientas, lee la Biblia todos los días. Esta siempre tiene un mensaje para toda situación.
2-Estudia poniendo toda tu atención, sin dejarte apresurar por las limitaciones del tiempo que hayas escogido. Sumérgete profundamente en el texto y permite que las personas, los acontecimientos y las enseñanzas se conviertan en algo vivo.
3-Utiliza herramientas de ayuda como, por ejemplo, comentarios, concordancias, diccionarios bíblicos y mapas (hay muy buenos en papel y también on line). Estos materiales enriquecerán el estudio, pero no permitas que ocupen el lugar que le corresponde a la Biblia.
4-No te preocupes si no entiendes algunos pasajes. Generalmente, al continuar leyendo o consultando materiales de ayuda, el panorama se aclara. Incluso los teólogos siguen debatiendo el significado de ciertas declaraciones y eventos de la Biblia. Deja que el Espíritu Santo te guíe a un mejor y más profundo entendimiento de Dios y de su Palabra.
5-Léela con oración. Recuerda que la Biblia es el único libro que siempre que lo leemos lo hacemos en presencia del Autor.
Sin lugar a dudas, leer y estudiar la Biblia te desafiará al máximo y cambiará tu vida. Ahora basta con elegir un plan que se adapte a tus tiempos, gustos, conocimientos previos y preferencias.
Aquí te presento algunos de los planes que más me gustan:
“Dios, que está interesado en tu pasado, tu presente y tu futuro, ha dejado en su Palabra todo lo que necesitas para vivir mejor”.
Proyecto Reavivados por su Palabra
Desde el año 2012, en la Iglesia Adventista del Séptimo Día nació la iniciativa de ofrecer a las personas un plan de lectura bíblica que sea dinámico, comprometido y en equipo. Por esta razón, se planteó el proyecto Reavivados por su Palabra, que tiene como objetivo incentivar la lectura diaria de un capítulo de la Biblia comenzando en Génesis y terminando en Apocalipsis.
Lo importante de este plan no es la lectura mecánica “para cumplir”, sino que es aprovechar la brevedad del capítulo para reflexionar y anotar tus conclusiones diarias.
El proyecto motiva a todos los participantes en el mundo a compartir en sus redes sociales los versículos preferidos del día con una frase, imagen, video, etc., que resuma lo leído utilizando la etiqueta (hashtag) #rpsp.
Alterna libros del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento
A veces pensamos que el Antiguo Testamento (salvo Salmos, Proverbios y algunos libros históricos) no es tan interesante. No es así. Cada libro de la Biblia tiene una manera de presentarnos a Dios en la historia. Recuerdo que, en mis años de alumno de Teología, me interesé por la lectura y el estudio de los libros proféticos del Antiguo Testamento. Fue apasionante cuando empecé a entender lo relevantes que son para entender el contexto social, político y espiritual antes de la primera venida de Jesús. Alternar libros es una manera de asegurar que veamos el cuadro completo y de estudiar la Biblia en su totalidad. Por ejemplo, cuando estás leyendo sobre la vida de Jesús, puedes buscar las referencias mesiánicas que aparecen en el Antiguo Testamento.
Estudia un tema o un personaje específico de la Biblia
Si hay un tema o un personaje del cual quieres aprender más, puedes elaborar tu propio plan de estudio bíblico. Usa una concordancia bíblica y busca por tema o personaje, y mira en qué partes de la Biblia puedes aprender más sobre eso. Puedes elegir un color para marcar todas las referencias de los diferentes temas con un color especial. ¡Te sorprenderás de la unidad de pensamiento de la revelación que fue dada por aproximadamente mil seiscientos años!
“La lectura de la Biblia contribuye a solucionar las cosas de nuestra vida cuando sentimos que todo está fuera de control”.
Lee la Biblia cronológicamente
Usar este plan ayudará a refrescar tu perspectiva sobre los acontecimientos de la Biblia, pues está acomodada según sucedieron los eventos. Recuerda que no toda la Biblia está compilada en orden cronológico, ya que hay libros cuyos acontecimientos son simultáneos. Cada libro puede agregar algún elemento extra que otorgue un nuevo detalle que te haga comprender mejor la historia bíblica (Por ejemplo, 2 Rey. 18:13-19:37 con 2 Crón. 32:1-19). En algunas versiones, aparecen bajo el título o subtítulo del capítulo las referencias similares.
También hay algunas herramientas que pueden enriquecer tu plan:
Codifica tu lectura
Codificar es asignar un significado a un color de marcador, según lo que quieras resaltar en tu lectura. Algunas ideas son: el carácter de Dios (azul); sus promesas (verde); sus mandatos (amarillo); etc. Lo bueno de codificar es que ¡lo defines a tu gusto!, ayudándote a mantener tu ojo alerta a esas cosas que quieres remarcar, y así serán más fáciles de alcanzar de un solo vistazo.
Profundiza más
Analiza los versículos sobresalientes para ti. Cuando alguno te llama la atención, seguramente hay algo que Dios quiere mostrarte a través de él. ¡Descúbrelo! Indaga en el trasfondo histórico, estudia las referencias bíblicas, o lee diferentes versiones del mismo versículo.
Estudiar la Biblia es ir a un mundo desconocido, explorar una cultura extraña, descubrir misterios encubiertos y sacar a la luz un tesoro espiritual oculto en las profundidades del terreno cultural del mundo antiguo.
Puedes realizar muchas preguntas al autor sobre lo que está escribiendo: “¿A quién le escribió ese mensaje? ¿En qué contexto fue?” “¿Qué habrán pensado los receptores al recibir el mensaje?” “¿Dónde quedaban los lugares mencionados?”, etc. Para esto, los comentarios bíblicos son ideales.
Cuando te introduces en la vida del autor y de los receptores directos del mensaje, el texto toma un sentido extraordinario. Lo más interesante es que puedes encontrar similitudes con tu vida actual y aplicar el texto a tu vida cotidiana.
Hazte preguntas
Esta herramienta seguramente no es un invento exclusivamente mío; probablemente sean muchos los que la apliquen en el estudio de la Palabra. Es muy sencilla, y consiste en hacerse estas cinco (o si quieres más) preguntas sobre lo leído con cualquier plan de lectura que elijas seguir:
*¿Qué aprendo sobre Dios?
*¿Qué aprendo sobre el personaje?
*¿Cuál es el mensaje para mí?
*¿Qué debo hacer al respecto?
*¿Con quién voy a compartir lo aprendido?
Toma notas o cambia tu manera de hacerlo
Al crear contenido para sermones o redes sociales, es muy importante anotar las ideas que vienen a tu mente al leer el texto. De paso, nuestra forma de tomar notas puede variar con el tiempo. Te dejo algunas sugerencias:
*Toma nota de lo que te llamó la atención en la lectura.
*Usa encabezados para diferentes secciones (versículos relevantes, reflexión, oración, etc.)
*Usa colores para resaltar tus notas (sea bolígrafos, lápices o marcadores).
Incorpora el arte
Dibujar, pintar, colorear, pegar stickers, etc., son maneras creativas de estudiar la Biblia, siempre y cuando sea algo que disfrutes. A mí me encanta, pero no siempre lo hago elaboradamente. Uso diferentes colores, pues son una manera rápida de decorar versículos y resaltar secciones que me faciliten encontrar estas referencias en el futuro. El lettering bíblico es una práctica que se usa mucho en la actualidad. Puedes encontrar muchas ideas interesantes como estas en las redes sociales.
“El verdadero reavivamiento en la juventud no vendrá a través de música más moderna ni de programas más actualizados, sino a través del contacto diario con la Biblia”.
¡Basta de teoría!
Leer y estudiar la Biblia es una experiencia muy especial. Pasar tiempo a solas con el Creador, descubriendo su plan a lo largo de la historia, y en tu presente y en tu futuro, sin lugar a dudas es lo más gratificante para un ser humano.
El verdadero reavivamiento en la juventud no vendrá a través de música más moderna ni a través de programas más actualizados, sino por medio de la transformación de cada uno en su contacto diario con la Palabra de Dios.
Hoy quiero invitarte a elegir tu plan y seguirlo sin importar las pruebas o las dificultades que puedan venir. Oro para que la próxima vez que suene tu alarma de reloj a la mañana recuerdes que tienes una cita con el Dios del Universo, con ese Amigo incondicional que ha diseñado para ti un futuro maravilloso y que te hará vivir cada día con una sensación de bienestar inigualable.
Si algunos de estos planes han llamado tu atención o has elegido empezar alguno, déjamelo saber en mi cuenta de Instagram @PrDanielCayrus, para conocer tu experiencia y cómo has adaptado eso a tu vida, y así crecer juntos.
Recuerda que “como comienzas tu día es como vives tu día; y como vives tu día es como vives tu vida”.
Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del tercer trimestre de 2021.
Escrito por Daniel Cayrus, pastor en Caleta Olivia (Santa Cruz, Argentina). Ha realizado un MBA de Liderazgo en Nuevas Generaciones y comparte a Jesús a través de sus redes sociales. Es conductor del programa de YouTube “Sábado Play”
@prdanielcayrus
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