Pekín

Jul 3, 2019 | Bitácora de viaje | 0 Comentarios

Como no teníamos guía, decidimos movilizarnos con el Metro para ir a los diferentes lugares de interés en la ciudad de Beijing (Pekín), ya que cuenta con carteles indicadores en putonghua (lengua oficial) y en inglés.

La boca de salida de la estación Tiananmen East está sobre la plaza homónima, la más grande del mundo. Frente a ella se encuentra la Ciudad Prohibida, cuya construcción fue iniciada en 1406. Está totalmente rodeada por un alto muro de mampostería y abarca una superficie de 74 hectáreas. En la parte a la que el visitante tiene acceso, al igual que un cuartel, hay un patio principal con cabida para 100.000 personas y está separado del resto por un pabellón de 28 metros de altura. Luego pudimos ver una gran cantidad de edificios individuales y, al final, separado por una pared, un pequeño jardín arbolado.

Cerca de la parada Beigongmen, está el Palacio de Verano dentro de un inmenso parque, que incluye el lago Kuming y la colina de la longevidad, llena de templos, pabellones y pagodas, todo rodeado por un muro.

Al salir en Tiantandongmen, nos encontramos con el parque amurallado dedicado al Templo del Cielo, el cual se destaca sobre el resto por su hermosa techumbre redonda con forma de tres coronas. Allí el Emperador intercedía ante los espíritus, que según sus creencias moran en lo alto, para que el pueblo tuviese una buena cosecha.

Para llegar al zoológico y ver las obras del Creador nos bajamos en Beijing Zoo. Entre las muchas especies se podían observar las elegantes jirafas, los fornidos yaks y, sobresaliendo entre todos, estaban los osos panda, que nos hacían reír con sus graciosas volteretas.

Al regresar a mi hogar y reflexionar sobre este viaje, recordé las palabras de Pablo, quien se propuso presentar a Cristo y a Cristo crucificado. Y Cristo, luego de resucitar, intercede por nosotros ante el Padre y nos envía al Espíritu Santo, quien nos lleva a toda verdad y da paz a los corazones angustiados. El Creador es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxi-lio en las tribulaciones.

Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del tercer trimestre de 2019.

Escrito por Analía Giannini, docente de Ciencias Naturales, nutricionista, escritora y viajera incansable.

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