Tocar el violín
Tocar el violín
Tengo trece años, y toco el violín desde los cuatro. Al principio no le presté nada de atención a este instrumento. No sentía que debía esforzarme para tocarlo. Por eso, en los primeros años no disfruté mucho de las clases ni de mis profesores. Es algo que te puede suceder.
Mi profesora me invitó a ir al Ensamble (banda de mi iglesia), donde fui siempre la más pequeña, y empecé a pasarla muy bien en los ensayos y en las presentaciones. Ahora estaba entendiendo que estudiar y practicar valía la pena.
Mientras más ensayaba y practicaba, todo me parecía más fácil. Allí, en la banda, aprendí muchas cosas: ¡Incluso aprendí sola a tocar en un cuarteto! Luego, debido a algunas bajas, terminé tocando como primer violín.
Hace dos años empecé a estudiar con un nuevo profesor; comencé a interesarme más en la música en general y a disfrutarla.
En el último año, me he animado a tocar partes especiales en otras iglesias adventistas y hoy me encanta alabar a Dios con mi violín.
¿Te gustaría tocar un instrumento? ¿Te gustaría tocar el violín? Bueno, si quieres empezar o retomar, te aconsejo que lo hagas con esfuerzo y muchas ganas. Aunque, claro, a veces hay que madurar personalmente para hacerle más caso a lo que dicen los profesores o aplicarse durante más tiempo, más allá de que algún día te falten las ganas.
En mi experiencia, te aseguro que vale la pena.
Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del tercer trimestre de 2020.
Escrito por Coni Altamirano, integrante del Ensamble (banda de la Iglesia Adventista de Florida, Bs. As.)